El director
tiene que estar despierto, sino aunque la orquesta tenga buenos músicos, estos
tocarán sin estrategia y tarde o temprano se equivocarán. Tener el director despierto
equivale a tener un OBJETIVO claro.
En todo aprendizaje
intervienen cuatro procesos cognitivos: la planificación, la atención, el
simultáneo y el secuencial. Nos
centraremos en el proceso de la planificación, el cual representamos como un
director de orquesta que se encarga de dirigir a los otros tres.
Antes de empezar una
actividad/aprendizaje, hace falta que el director ponga el STOP y se pregunte qué
debe hacer. Una vez tenga claro el objetivo que debe llevar a cabo, pasamos
a la segunda tarea, que sería la de buscar
la estrategia necesaria para llevar a cabo dicho objetivo. Es importante
que el niño/a busque su propia estrategia, aquella que sea eficaz para él. Cuando ha
sido capaz de encontrarla y ejecutarla para dar respuesta al objetivo, llegamos
a la tercera tarea del director que consiste en pasar la lupa; con la finalidad de revisar este proceso.
Para despertar directores en el aula:
Qué me
piden? (objetivo)- la motivación está en esta fase
¿Cómo lo
hago?
¿Voy bien? (pasar
la lupa)
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Si el niño/a es capaz de encontrar
y ejecutar estrategias que le lleven al éxito se sentirá motivado para poder realizar este proceso a
lo largo de su aprendizaje.
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